La plaza Registán es una verdadera joya ubicada en el corazón de la antigua ciudad de Samarcanda. Ha ganado su fama mundial gracias al gran conjunto arquitectónico que se ha convertido en un monumento de la arquitectura oriental. Desde tres lados, la plaza está rodeada de una gran madraza, cuyos portales dan al centro del espacio. Las tres erecciones tienen su propia decoración única. Es en virtud de estos edificios, conservados en el territorio de la ciudad, que Samarcanda fue incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2001.
La historia de la Plaza Registán
Traducido del uzbeko, «registán» significa un lugar de arena. En la antigüedad, esta plaza central estaba cubierta de arena. El territorio no estaba rodeado inicialmente por madrasas; esas grandes erecciones aparecieron bastante más tarde. En ese período, las autoridades de la ciudad reunían a la gente en la plaza para anunciar las órdenes de khan, celebraban celebraciones y ejecuciones públicas, y reunían al ejército que salía a la guerra.
La Plaza Registán es el corazón palpitante de Samarcanda, Uzbekistán, y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, famosa por su impresionante arquitectura islámica y su importancia histórica. El nombre «Registán «se traduce como» lugar arenoso » en persa, lo que refleja la función original de la plaza como mercado arenoso en la antigüedad. La plaza está adornada con tres grandes madrazas, cada una de ellas una obra maestra de la arquitectura islámica:
1. Madraza de Ulugh Beg:
Construida en el siglo XV por Ulugh Beg, un gobernante timúrida y renombrado astrónomo, esta madraza es la más antigua de las tres. Su imponente portal, adornado con intrincados mosaicos y caligrafía, conduce a un patio donde los estudiantes alguna vez estudiaron ciencias, matemáticas, teología y filosofía.
2. Madraza de Sher-Dor:
Construida en el siglo XVII durante el reinado de la dinastía shaibánida, la madraza de Sher-Dor se caracteriza por sus minaretes gemelos, que están adornados con imágenes de leones rugientes, un motivo inusual en el arte islámico. Los minaretes simbolizan la fuerza y el poder, y la fachada de la madraza está adornada con coloridos azulejos que representan tigres y soles.
3. Madraza de Tilya-Kori:
Terminada en el siglo XVII, la Madraza Tilya-Kori destaca por su cúpula dorada, que le da su nombre, que significa » adornada con oro.»Sirvió no solo como centro de educación religiosa sino también como lugar de culto, con una mezquita ubicada dentro de sus muros. El interior está lujosamente decorado con intrincados diseños en pan de oro, creando un ambiente fascinante.
La Plaza Registan ha sido testigo de siglos de historia, sirviendo como un bullicioso centro de comercio, cultura y aprendizaje a lo largo de la antigua Ruta de la Seda. Hoy en día, sigue siendo un símbolo de la grandeza de Samarcanda y un testimonio de los logros arquitectónicos y artísticos de la dinastía timúrida.
Los visitantes de la plaza Registán pueden maravillarse con los intrincados azulejos, estudiar las inscripciones de poesía y versos religiosos que adornan las fachadas e imaginar las actividades académicas que alguna vez tuvieron lugar dentro de sus muros. La plaza cobra vida durante las noches cuando se ilumina, ofreciendo una atmósfera mágica que transporta a los visitantes en el tiempo a los días de la antigua Samarcanda.