Moynaq y el mar de Aral
Photo of Moynaq and sea Aral
Home Blog Atractivos de Nukus. Uzbekistán Moynaq y el mar de Aral

Moynaq y el mar de Aral

Moynaq y el mar de Aral: un viaje a través del tiempo y la tragedia

Moynaq, que en su día fue una bulliciosa ciudad portuaria a orillas del mar de Aral, es ahora un inquietante recordatorio del desastre medioambiental que azotó la región. Situada en la región de Karakalpakstán, en Uzbekistán, esta ciudad y la zona circundante del mar de Aral ofrecen un viaje inolvidable a través de la historia, la ecología y los efectos de la actividad humana en la naturaleza.

Ubicación e historia de Moynaq

Moynaq está situada en la parte noroeste de Uzbekistán, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Nukus. En su apogeo, fue un próspero centro de pesca y comercio, gracias a su proximidad al mar de Aral. La ciudad floreció a mediados del siglo XX, con puertos bulliciosos y una fuerte industria pesquera que sustentaba la economía local. Sin embargo, la historia de Moynaq no es solo una historia de prosperidad. También es una historia de devastación medioambiental.

En la década de 1960, la Unión Soviética comenzó a desviar los ríos que alimentaban el mar de Aral para proyectos de irrigación, lo que llevó a la reducción gradual del mar. Hoy, el mar de Aral ha retrocedido drásticamente, dejando atrás el vasto y seco fondo marino que se puede ver desde Moynaq. La ciudad, que alguna vez fue un puerto animado, ahora se alza como una ciudad fantasma, con barcos abandonados oxidándose en el desierto.

El desastre del mar de Aral

El mar de Aral, que alguna vez fue el cuarto cuerpo de agua interior más grande del mundo, ha sufrido una catástrofe ecológica. En las últimas cinco décadas, el mar ha perdido aproximadamente el 90% de su agua, lo que ha creado una crisis ambiental que ha afectado el clima, la salud y la economía locales. El retroceso de las aguas ha expuesto el lecho marino, que ahora contiene productos químicos tóxicos y sal, lo que hace que la tierra sea inhóspita para la agricultura y la vida humana.

Lo que queda del mar de Aral es un recordatorio del desastre provocado por el hombre que llevó a su casi desaparición. El paisaje desértico que rodea Moynaq está salpicado de barcos abandonados, que contrastan marcadamente con la otrora próspera comunidad pesquera que existía aquí. Estos «cementerios de barcos» son ahora una atracción turística popular, que ofrece a los visitantes la oportunidad de reflexionar sobre el impacto de la negligencia ambiental.

Cosas que hacer en Moynaq y la zona del mar de Aral

  1. Visite el cementerio de barcos: el cementerio de barcos de Moynaq es quizás el sitio más emblemático de la zona. Alguna vez fue un puerto bullicioso, ahora alberga docenas de barcos oxidados varados en el desierto. Es una vista inquietante y que invita a la reflexión, y los visitantes a menudo toman fotos entre los barcos abandonados.
  2. Explore el mar de Aral: aunque gran parte del mar ha retrocedido, aún puede ver partes del agua restante. Algunas excursiones ofrecen paseos en barco por las aguas restantes del mar de Aral, lo que permite a los visitantes experimentar de primera mano la escala del cambio ambiental.
  3. Aprenda sobre el impacto ecológico: los museos locales, como el Museo Moynaq del Mar de Aral, ofrecen una mirada profunda a la historia del mar y las desastrosas consecuencias de los proyectos de desviación. Los visitantes pueden aprender sobre las causas de la reducción del mar, así como los esfuerzos en curso para revivirlo.
  4. Realice un recorrido por el desierto: el desierto circundante ofrece oportunidades únicas para la aventura, como paseos en camello o recorridos en vehículos todoterreno. También puede visitar aldeas locales para aprender sobre cómo la gente se ha adaptado a la vida a la sombra del desastre del Mar de Aral.

Mejor época para visitar

La mejor época para visitar Moynaq y el Mar de Aral es durante la primavera (de abril a junio) y el otoño (de septiembre a noviembre), cuando el clima es templado. Los meses de verano pueden ser insoportablemente calurosos, con temperaturas que a menudo alcanzan los 40 °C o más. Por lo tanto, visitar en los meses más fríos hará que la experiencia sea más cómoda.

 

Comparte esta página para:
WhatsApp Telegram Email